Y vuelve a llegar el momento en el que me vacío por dentro,
No le encuentro sentido a lo que hago,
a lo que digo,
a lo que escribo.
Me pregunto qué debo hacer ahora.
Pero créeme, las respuestas no vienen a mi.
Yo tampoco voy a ellas,
Porque no sé dónde buscarlas.
El cielo vuelve a nublarse.
Las lenguas de frío vuelven a lamer mis manos.
Las púas del dolor vuelven a clavarse donde menos me lo espero.
Un año.
Un año hace que me quebraste por completo,
Que rompiste mis esquemas
que quemaste mi cordura.
Me arrastraste a la zona oscura de mi pensamiento,
Miedo.
Olvido.
Vete lejos, más lejos de lo que ya estuviste.
No quiero recordar las cinco letras que formaban tu existencia.
Me niego a releer la tinta que salió de tus manos,
y a quedarme prendada otra vez de la luz de tus ojos.
Desde aquel seis de enero,
La vida quedó pausada.
Las nubes se volvieron fijas,
los problemas transeúntes imparables.
Turistas que recorrían mi vida,
Malditos...
Maldita...
Agradecerte pues, que convirtieras en un infierno lo único que me quedaba.
Que hicieras presente el significado de angustia,
que te lavaras las manos respecto a los destrozos que causaste con tu voz,
que me dejaras tirada con una ridícula canción.
Regalé tus presentes
Por miedo a que me comiera el recuerdo.
Pero explícame de qué a servido si no puedo dejar de odiarte.
Te odio, Jesús. Te odio.
1 comentario:
Ánimo! xD la foto mola un pegote!
Worch!
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